1. Lanzar bombas atómicas a sendos polos del planeta rojo.
2. Evaporar el CO2 presente en los polos.
3. Esperar a que el efecto invernadero cumpla su labor.
Y ya estaría. Esto es textualmente lo que propuso el excéntrico millonario Elon Musk, al que ya todos conocen como "El Tony Stark de la vida real". El presidente de testa propone lanzar bombas de hidrógeno a sendos polos cada poco tiempo (unos 5 segundos de intervalo entre bomba y bomba), haciéndolas entallar en el aire, produciendo esto un efecto similar al de un pequeño sol.
"Hay una manera rápida y otra lenta de conseguirlo. La rápida es lanzando armas nucleares en los polos", son las palabras que utilizaba el día de su anuncio el genio en cuestión. Y es que en efecto, cada día, se produce un proceso de fusión del hidrógeno, dando esto como resultado la simple creación de helio.
El proceso calentaría los casquetes polares de Marte, formados en su mayor parte por CO2 en estado sólido, hecho que tendría por consecuencia un aumento en la densidad de la atmósfera de nuestro planeta vecino, que a pesar de estar formada mayoritariamente por CO2, es mucho más ligera que nuestra propia atmósfera.
Esto produciría un considerable aumento en el efecto invernadero de Marte, lo que a su vez se traduciría en un notable incremento en la temperatura del planeta rojo.
Ni falta hace decir que la NASA ha dejado claro que la idea no es realizable y que supone un considerable riesgo. Aunque un humilde escritor no puede evitar pensar en lo bonito que se vería el cielo nocturno durante el proceso.
Curiosa información querido blogger, anhelo con ímpetu muchas noticias más como esta en su fabuloso blog, siga entreteniendo con ánimo a los jóvenes y mayores de este planeta y, quien sabe si en un futuro, a los de marte también.
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